Igualada, corazón de la industria textil catalana

Una ciudad con profundas raíces textiles
Si hablamos de moda hecha en casa, con oficio y arraigo, no podemos dejar de mencionar Igualada, una ciudad que respira textil desde hace siglos. Desde los antiguos paraires hasta los talleres más innovadores de hoy, la industria textil de Igualada ha sabido reinventarse y mantener vivo el valor de hacer bien las cosas.
En Instinto conocemos bien este territorio. Hemos colaborado a menudo con tejedores de la zona y nos gusta reivindicar su papel clave en la producción textil catalana. Aquí, entre fábricas reconvertidas, cooperativas, diseñadoras y talleres, se mantiene viva una manera de trabajar que apuesta por el detalle, la calidad y unas condiciones dignas para todas las personas que forman parte de la cadena de valor.
Una ciudad con profundas raíces textiles
La relación de Igualada con el textil comienza mucho antes de la industrialización moderna. Igualada creció alrededor de la lana y algodón, aprovechando el río Anoia para alimentar máquinas, lavar piezas y abonar. Ya en el siglo XVIII, la ciudad era conocida por su producción de telas de lana y algodón. Con la llegada del siglo XIX, se consolidó como una de las capitales textiles de Cataluña, impulsada por el uso del río Anoia como fuente de energía y por una red de empresas familiares.
Entre la serie de edificios modernistas y fábricas de ladrillo vistoso, se esconde una historia de creatividad y esfuerzo.
Testimonios como la Adoberia Vella y Cal Boyer son hoy espacios museísticos y culturales, símbolos de un patrimonio industrial que ha sido recuperado ambiciosamente
Una historia de oficio, transformación y cooperación
Antes de la industrialización en serie, había artesanía y trato humano. Igualada, a través del barrio del Rec, fue un centro de blancos y curtidores muy activos.. Ejemplos como la creación de Cal Granotes reflejan siglos de tradición y transformación cultural . A pesar de las crisis del siglo XX, que provocaron el cierre de más del 60% de las fábricas textiles entre 1970 y 1990, la zona supo adaptarse. Algunas empresas apostaron por la innovación tecnológica y otras, como cooperativas o talleres familiares, transformaron sus procesos productivos para sobrevivir.
Las mujeres del textil: fuerza invisible y motor de cambio
Durante décadas, las mujeres trabajadoras del textil sostuvieron la producción desde los telares, talleres de confección y lavanderías, con condiciones difíciles. Ya en el siglo XIX protagonizaron movilizaciones clave, como la huelga de 1881. Y durante la dictadura y la Transición, siguieron organizándose y reclamando mejoras. El Arxiu Comarcal de l’Anoia conserva testimonios orales de estos años de lucha.
“No era solo por el sueldo. Era por cómo nos trataban. Queríamos que nos escucharan.” — Testimonio recogido por el Arxiu Comarcal de l’Anoia.
Educación, innovación y futuro
Igualada ha trasladado su ADN textil a espacios creativos como el Igualada Fashion Lab o eventos como el TextilFest, que conectan a diseñadores, artesanos y ciudadanía bajo la bandera del tejido local
¿Por qué trabajamos con tejedores locales?
- Porque conocemos a las personas detrás de cada prenda: trato cercano, ritmo humano, know-how.
- Porque valoramos la calidad y la coherencia
- Compromiso ético y social: apoyamos una moda responsable y sostenible.
El futuro conectado al pasado
Igualada no vive solo de la memoria: es también un centro de economía circular, diseño y creatividad textil. La antigua fábrica Depunt, por ejemplo, se ha transformado en vivienda cooperativa, manteniendo detalles arquitectònicos del pasado. Otros espacios como Cal Boyer o Cal Granotes son hoy museos, centros cívicos y culturales. Un ejemplo vivo de como el pasado puede inspirar un futuro mas justo y sostenible.
Enlaces de interés:
- Museo de la piel de igualada
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